Organización Sanitaria
Por Ignacio Marchant Bouffanais
Es 7 de abril y los anuncios del ministro de salud se vuelven a tomar la agenda del día, esta vez no solo nos detenemos en las cifras de contagios, sino que se informan medidas de prevención que son a lo menos polémicas: Se levanta la cuarentena en algunos sectores de la capital y se establece la obligatoriedad del uso de mascarillas con riesgo de multas para aquellos que no cumplan la normativa. Varios nos miramos desconcertados y de a poco las redes comienzan a arder con críticas y defensas a las propuestas, algunas basadas en la evidencia, otras en mera defensa corporativa de la figura del ministerio y la autoridad sanitaria.
No vale la pena sin embargo detenerse en analizar las propuestas de prevención del ministerio, sino preocuparse de lo mas central en estos tiempos de crisis: ¿Cómo estamos cuidando la salud del pueblo? La respuesta nos la entregó nuestra propia revolución de octubre: Con organización popular. Ante la inoperancia y falta de credibilidad del ministro, sus asesores y subalternos, lo importante es la autoformación para protegernos, a nuestras familias y a nuestra clase.
En tiempos de cuarentenas (o falta de ellas) y de normas sin sentido, es importante que todo el mundo conozca como se configura la prevención social de esta enfermedad, conocida como la pirámide de la prevención.
Pirámide de la Prevención
Para hacerle frente a la gran pandemia del COVID19, las estrategias preventivas se configuran en forma de una pirámide, mientras las medidas que están en la base de la pirámide deben ser llevadas a cabo por todos, las que están en la punta deben ser realizadas por algunos pocos. La pirámide tiene 4 niveles:
El primer nivel corresponde a los hábitos y estilos de vida durante la pandemia, se refiere a las medidas mínimas de prevención que cada uno de nosotros debe tomar, independiente de si estamos sanos, enfermos, encerrados, etc. Estas son: Lavarse las manos frecuentemente con jabón por al menos 20 segundos cada vez, mantener distanciamiento social de a lo menos 2 metros, uso de mascarilla en espacios públicos, prohibición de reunión en grupos para todo lo que no sea una necesidad básica. Este es el nivel más relevante, es la principal herramienta del pueblo para defenderse del virus y no dice relación con las medidas que tome el gobierno, es decir, diga lo que diga el ministerio, el primer nivel de la pirámide se mantiene inalterado hasta que pase la crisis epidémica.
El segundo nivel corresponde a la cuarentena total voluntaria, es una medida que tampoco depende del gobierno central y debe ser adoptada por los grupos de riesgo que representan la mayor mortalidad en el mundo: adultos mayores y enfermos crónicos (Diabetes, hipertensión, cardiovascular, etc.). Deben aislarse completamente de toda la población, procurando no establecer contacto si no es estrictamente necesaria. No ver a nuestros abuelos durante un par de meses es la mejor forma de verlos por una buena cantidad de años más.
El tercer nivel de la pirámide corresponde a la cuarentena total obligatoria, es la primera medida que depende en su totalidad de la decisión política de la autoridad sanitaria. Su aplicación ha sido diversa en todo el mundo, pero los expertos coinciden que es la mejor medida para controlar la curva de contagios, sin embargo, al ser la medida mas drástica afecta mas fuertemente a los ciudadanos, a no ser que la autoridad apoye a las personas en el proceso. En este estado excepcional solo pueden circular algunas personas con permisos específicos y trabajadores que son imprescindibles para el funcionamiento de la ciudad. Es una medida difícil de sostener en largos periodos de tiempo y la cantidad de población que se ve afectada por ella estará determinada por lo que indique la autoridad sanitaria. Durante la aplicación de este tercer nivel, los 2 niveles anteriores siguen activos.
El cuarto y último lugar corresponde a la cuarentena total sanitaria, corresponde al aislamiento obligatoria para aquellos que estén contagiados y hayan sido confirmados. En casi todos los países, romper tal cuarentena representa un delito y si todas las medidas son aplicadas a tiempo, la cantidad de contagiados debería ser baja en relación con la población total y, por lo tanto, debería ser la medida que afecte a la menor cantidad de población.
Es importante destacar que el primer piso de la pirámide es la base del sistema de prevención, de él depende la mayoría de la población, la salud de la sociedad en su conjunto, pues al menos 30% de los contagiados no lo saben y no están diagnosticados. Son asintomáticos.
Como dijo el Dr. Ernesto Che Guevara "El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor" y hoy el acto más revolucionario es cuidarnos y cuidar al pueblo con organización popular sanitaria.