CARTA A LOS VECINOS
Por Radio el Muro
Queridos vecinos:
La realidad golpea nuestras vidas, la pandemia que azota al mundo y que ha cobrado la vida de miles a lo largo y ancho de este planeta nos impone nuevos y grandes desafíos. Debemos controlar nuestra ansiedad y nuestros miedos. Debemos sobrevivir, pero vale la pena pensar cuáles serán los caminos que utilizaremos. El fin no siempre justifica los medios.
Hacemos un llamado a todos los vecinos a fortalecer los recursos propios de cada barrio, a generar comunidad más en estos tiempos crisis económica, donde debemos ayudarnos, pero no regalarnos. Todos debemos trabajar en función de nuestras necesidades y de las posibilidades de entregarle al vecino lo que necesita.
Las grandes empresas, Las cadenas de supermercados no generan comunidad, sino que más bien la quiebran, ya que su principal meta es monopolizar sus utilidades, aumentar sus capitales. Han logrado desintegrar los barrios, dañando a los comercios locales, transformándolos en pequeños puntos de oferta de productos, tal y como lo hacen los malls.
Es una de las tantas caras de una economía insoportablemente neoliberal, que ha vulnerado todos los lazos económicos de base, las relaciones humanas y la confianza en los vecinos. La historia demuestra que el Estado al no tener control y planificación sobre la economía, tiende a concentrarse en pequeños grupos de poder, quienes finalmente determinan nuestros consumos a través de las intrincadas campañas de marketing y publicidad, mucha de ellas poco inclusivas, segregadoras, racistas y derechamente clasistas.
Más aún, cuando el gobierno en una clara demostración de su fanatismo ideológico, utiliza todo el aparato estatal para darle libre tránsito y disposición a las grandes empresas para seguir funcionando (pese a que la lógica es que hubiesen cerrado). Esto último revistiendo riesgos primero para los trabajadores y segundo para los usuarios. Las consecuencias las hemos visto en un aumento sostenido en la curva de contagio.
Resulta muy necesario y pertinente respetar la cuarentena, la distancia social, llamamos a no asistir a grandes cadenas de supermercados, sino que más bien ir a comprar los productos de primera necesidad a los locales de su barrio. El pan, a la panadería amiga, sus remedios a la farmacia no coludida (que normalmente tienen los precios reales y no adulterados como las grandes cadenas), las verduras y hasta la comida rápida, etc. De esta forma, en un futuro no tan lejano podríamos dejar de depender de las grandes empresas. Abramos los brazos al colectivismo, beneficiemos a nuestros vecinos, cuidémonos y no salgamos a exponernos, mire que la calle está difícil.
Al comprar en en los negocios de barrio bloqueamos la especulación de las grandes cadenas, impedimos que las empresas se coludan al tener mas opciones donde obtener el producto, pero además fortalecemos los emprendimientos de los chilenos que se esfuerzan día a día. Pero además resulta interesante esperar de parte de los municipios o los gobiernos locales cuál será su participación en este proceso, fomentarán el desarrollo de los barrios, organizarán espacios de distribución o cautelarán la seguridad de la población.
Vecino y vecina, será la gente y solo la gente del pueblo la que proteja las comunidades, la pandemia nos pone como desafío la construcción de una sociedad colectiva, inclusiva y solidaria. No se arriesgue, no se endeude, no gaste más de lo debido, no caiga en el juego publicitario. Forme comunidad y cambiemos Chile, ya no para beneficiar a algunos, sino que para que todos y todas tengamos un espacio y la dignidad tan anhelada.